SISCA
“Abuela, tus
nietos y nietas te queremos decir que has sido un pilar muy importante en
nuestras vidas; somos unos privilegiados de haberte tenido tantos años, de
haberte disfrutado y aprendido. Para nosotros no eres sólo una abuela, para
nosotros eres afecto, casa, seguridad. Eras presencia y confort (…).
Contigo hemos
aprendido a apreciar la belleza de los momentos sencillos del día a día, la
importancia de cuidar y querer a todo el mundo. Tu fuerza, valentía y las ganas
de vivir… Eras incansable (…).
Abuela Sisca,
podríamos decir tantas cosas de ti, entre los 15 nietos que tienes…que no
acabaríamos nunca. Te echaremos de menos , tanto, que no te lo puedes
imaginar -porque sin ti- nada será igual.”
Esto y mucho más dijeron en el funeral de mi suegra Sisca
(Francisca), los nietos que tenía ella. Mi hija como nieta mayor, participó en
la redacción y lectura que compartieron con mi sobrino Pere, en lo alto del
altar de la Catedral de Menorca.
Sisca, cuando tuvo la última crisis respiratoria, pienso
que se lo vio venir, y no quiso acudir al hospital (que está a 45 kms.),
como otras veces. Así se murió en casa en compañía de todos.
Fue día uno de noviembre que falleció a los 89 años después
de más de 2 años de cáncer de pulmón. Mi suegra, era incansable, hasta que le
llegó la enfermedad. Incansable tiene que ser una madre que ha parido 8 hijos,
sin olvidar su educación, gracias a ella (de la educación) los 8 hijos son
buenas personas: efectivamente, Bel, Paqui, Ester, Sara, Joan, Conxa, Cristina
y Blanca son personas de provecho (para los demás).
Deja a mi suegro Sisco, solo, después de compartir más de 65
años (y 10 de noviazgo). Él es fuerte como un roble, a sus casi 95 años, tiene
la cabeza clara y no necesita compañía, como así lo ha dicho a su hijo/hijas.
Siempre busca entretenimientos y lo seguirá haciendo. Ha construido, en
miniatura, los 8 faros de Menorca e hizo una exposición.
Mi suegro ha quedado muy satisfecho de lo bonita que ha sido
la despedida de su esposa.
Sisca, se murió el sábado, pero a primera hora de la tarde y
estuvimos en la mañana a verla, y en ese momento, le escribí estas palabras a
mi suegro: Usted
sabe que, si Sisca se va, es voluntad de Dios. Y donde irá estará libre de
enfermedades y limitaciones. Usted tiene que alegrarse porque ha vivido una
vida larga y feliz, haciendo el bien a los demás y tiene que estar seguro de
que tiene un asiento privilegiado en el otro mundo, porque estará cerca de Dios
Este es mi homenaje a mi suegra, que la recordare siempre.
Ahora solo me queda rogar a Dios por el progreso de su alma (y lo haré).
NUEVAS CAÍDAS. Hace casi dos semanas me caí por la escalera de casa, es la
tercera vez…menos mal que después de cinco escalones, viene el primer rellano
que me frena.
La última vez, fue a consecuencia de no verificar que el
bloqueo de la silla salvaescaleras. Porque cuando vuelvo a casa subo con esa
silla que, cuando está en lo alto, puedo hacer un cuarto de vuelta, para
sentarme en la silla de ruedas de casa, pero, inevitablemente, debo dar una
vuelta para acceder al asiento, porque las dos sillas están una enfrente de la
otra, la caída fue a causa de no comprobar el bloqueo y cuando me daba la
vuelta, la silla salvaescaleras regresó a su sitio y me precipitó escaleras abajo.
Estaba solo, pero no tuve problema para subir los cinco escalones, porque me
senté en el rellano y agarrado al pasamanos lo logré. Acordaros que, sin silla,
no puedo dar ni un paso. Lo increíble es que, al caer, no me haga nada serio,
solo unos moratones. Caer, aunque sea por cinco escalones, es algo grave y solo
me he hecho rasguños en las tres caídas. Aquí veo la mano de Dios.
Hace unos días, en el mismo día, me caí dos veces. La
primera, fue intentando acceder a la silla salvaescaleras, volviendo a casa,
que debo andar dos o tres pasos desde la silla de ruedas, pero siempre agarrado
en algún lugar; el último punto que me agarré, me falló la mano y di un golpe y
me clavé las gafas. Estaba mi esposa Bel y me curó. Resultó ser un corte
superficial. Se curó en tres días.
La segunda fue a la tarde, mi esposa se acababa de marchar y
yo, intentando colocar el cojín en la silla de ruedas, perdí el equilibrio y di
una vuelta sobre mí, para acabar en el suelo de espaldas contra la zona que
está por debajo de los riñones y por encima del lugar donde la espalda pierde
su nombre (el c), tuve mucho dolor, pero me reconfortó comprobar que no había
golpeado el coxis, porque otro golpe en esta zona hubiera sido devastador, por
las veces que me lo he golpeado. El problema es que estaba en el suelo y yo no
puedo levantarme solo, pero en esta ocasión lo conseguí y una vez sentado
apreté el botón de teleasistencia (siempre llevo el interruptor colgado) y
rápidamente vino Bel (no tenía a mano el móvil), que me puso una bolsa de hielo
en la zona de la caída y rápidamente noté alivio. En la noche no tuve problema
para dormir. Al día siguiente ya no me dolía.
Lo mío es un caso a
estudiar, por lo rápido que me recupero. Incluyo la caída por la escalera.
“Hoy que cumplo
68 años, doy las gracias a Dios (los bahá’is creemos que las pruebas de esta
vida, son para mejorarnos) y quiero decir ahora y aquí, que, después de nueve
años de enfermedad, siento que soy mejor persona y considero mi prueba superada
con nota alta, porque no he caído en el pozo de lamentaciones y preguntarme: ¿Por
qué a mí?
Quiero compartir
esta satisfacción personal con todos/as que me queréis. Gracias, gracias,
gracias.
Esto escribí a familia y amigos, el pasado día
18 de octubre, fecha de mi aniversario. Fue un sentimiento que tuve y sentí la
necesidad de compartirlo.
Recientemente
se ha inaugurado el Centro Baha’í en Valladolid, me fijé en un artículo de un
periódico que decía: “El centro baha’ì trabajará por acompañar un proceso de la
sociedad, basado en la idea de que toda persona y toda comunidad tiene la
capacidad de contribuir al bien común”.
Me
gusta porque condensa lo que hacemos los bahà’is. Solo le falta decir que es
necesaria la base espiritual y así cerraría el circulo de lo que hacemos
millones de baha’ìs de todo el mundo.
Hasta
la próxima.
“Cuando alguien se libera de la prisión del
yo, esa es, por cierto, una gran liberación, pues ella es la mayor de las
prisiones”
Escritos bahá’is
Gracias Climent, siempre es una delicia y aprendizaje leerte.
ResponderEliminarLo de tu recuperación..., se diría que tienes buena encarnadura. Qué buena persona ha debido ser Sisca, que Dios la tenga en Su gloria. Un beso muy cariñoso a los dos, a Bel especialmente, que debe estar muy tierna.
ResponderEliminar