MUJER
Vuelven a estar mi hija y mis nietos andaluces. Serán pocos días esta vez, porque vuelve la rutina invernal: colegios, se acaban las vacaciones, etc. Pero cuando vienen estamos muy ocupados mi mujer y yo, pero esa visita, siempre es una gran alegría. Hace unos días acudí a una comida de los compañeros que van en bici y se hizo en una casa de colonias en el campo, a unos 5 o 6 kilómetros de casa. Para mí, fue una despedida. Es muy improbable, en el futuro, que acompañe a mis compañeros con la bicicleta. Fui con el triciclo y muy bien. Ya le he cogido el tranquillo. Como dije estaba ilusionado con el andador y triciclo. Y ya no son solo una ilusión. Desde que voy con esos artilugios, no me he caído más. Estoy convencido de que la gente que me vea con el andador se sorprenderá de que lo utilice. Porque voy ligero andando. Y la bici de tres ruedas, cumple con las expectativas puestas en ella. Parado y, sobre todo, en casa, me caigo más. No utilizo ni bastón ni andado...