TIA TONIA
Dos dichos populares, tienen versiones parecidas. El primero, reza: "Dios aprieta, pero no ahoga". El segundo, "Dios escribe páginas rectas con reglones torcidos". Consiste en apreciar lo bueno que la vida (o Dios), nos depara, a pesar de las dificultades. En mi caso, no obstante mi enfermedad y los condicionantes que conlleva, reconozco que me ha pasado en la mejor época de mi vida, donde puedo ir en busca de la tranquilidad, porque no tengo problemas económicos, estoy libre de responsabilidades laborales y los hijos son mayores. Y he dicho en varias ocasiones, que de la enfermedad se aprende. Por ejemplo, de las caídas, he asimilado la lentitud y la plena consciencia en mi vida que, junto con la meditación y el mindfulness, me facilitan vivir más el día a día. Como dice Pablo D’Ors: “Quietud, lentitud y plenitud” al referirse a la necesidad de meditar diariamente y a no sucumbir a la prisa, que convierte la vida en una carrera de obstáculos. Estar quietos (