RESISTENCIA
La enfermedad avanza, pero más lentamente. Me encuentro estable de la función de comer y hablar, del movimiento, no. Parecía que no era posible avanzar más, pero lo es. Noto signos de empeoramiento en la deambulación, pero, en contraposición, la silla de ruedas eléctrica me da mucha movilidad y he aprendido, todavía más, a manejarla con soltura. Por ejemplo, para entrar y salir del ascensor: al principio tenía que detener su portón, varias veces. Ahora con el retardo de las puertas, me basta para salir y entrar. El mando es muy preciso. En estos momentos, puedo decir que todo va sobre ruedas, porque para mi movimiento, tengo en casa agarradores y barras de seguridad y retractiles en los dos cuartos de baño, andador para moverme, barra donde cuelgo los nutrientes (así se administra con facilidad y no te impide hacer otra cosa), sillas con ruedas en mi sitio de la cocina y donde trabajo con el ordenador y otras tareas que realizo sentado, por fin, para salir de casa, utilizo la silla