AMOR
Aunque la enfermedad sigue avanzando, no me quejo porque el balance entre aspectos positivos y negativos, cuando comparo con otros enfermos, resulta satisfactorio para mí. Estoy en un grupo de whatsapp de enfermos de ELA de toda España y he visto que me mantengo equilibrado dentro de la gravedad de mi dolencia. Aproveché para plantear al grupo (formado por más de 200 personas), si alguno tenía algo parecido a lo que me pasa cuando me emociono mucho, que me produce síncopes y acabo perdiendo el sentido. Resulta que soy especial. Aunque algunos tienen mucha facilidad, como yo, de emocionarse, no he encontrado a nadie que pierda el sentido. Lo cierto es que, últimamente, me pasa pocas veces. Ojalá que dure. Las caídas siguen. Este año, llevo recuento. Me he caído más de 40 veces, desde principio de año (también anoto los días que no me caigo). Naturalmente, la mayoría no tienen importancia o las consecuencias son mínimas, pero he tenido cuatro o cinco caídas cuyas secuelas han tarda