CREATIVIDAD

 

Mi problema con las caídas, es mi natural temperamento, por el cual no consigo controlar del todo mi bagaje anterior de hacer las cosas a toda prisa. También es cierto que es imposible mantener todo el día una estricta vigilancia de mis movimientos.

Tuve dos caídas fuertes en menos de 36 horas, en la cara. No daré detalles porque puede ser desagradable, baste decir que me estremezco cuando recuerdo la caída.

Iba solo a casa de mi suegra, donde ya estaba mi mujer, con motivo del ochenta y siete cumpleaños de su madre. Cuando ya llegaba, debía pasar por una zona de obras y las evité, pero fue peor, porque bajé por una calle con mucha pendiente y no había rampa para bajar de la acera. En lugar de buscar algún sitio más fácil o volver atrás, intenté bajar la acera -muy alta- poniendo el carrito primero en el suelo, con la intención de que me sirviera de apoyo.

Pero se juntaron varios aspectos negativos en la maniobra al no detener totalmente mi paso, que el carrito se me escapó y que la pendiente contribuyó a mi caída, con el resultado de fuerte golpe en las manos y a continuación en la cara contra el duro y rugoso asfalto nuevo. Me llevaron a la clínica y me cosieron en la parte superior del labio y en un dedo, con fisura del tabique nasal.

Eso era un jueves anocheciendo. Después, en la noche del viernes al sábado, a las cuatro de la madrugada, cuando quería levantarme de la cama para ir a lavabo (36 horas después de la primera caída), me caí de cara contra la mesita de noche y me abrí la ceja derecha, con lo cual tuve que volver a la clínica para para ponerme varios puntos de sutura.

Pensaréis que tuve mucho dolor, pero lo cierto es que solo sufrí bastante la media hora que tardo la ambulancia en venir y estaba choreando de sangre, pero después en la clínica con una inyección de calmante, ya no tuve dolor y pude dormir unas horas.

En la caída de la madrugada, no tuve que soportar mucho dolor, aunque me dieron anestesia local previamente a ponerme los puntos.

A la semana me quitaron los puntos y el vendaje de la nariz y ojos y, como siempre, me recuperé muy pronto.

Las caídas importantes, me enseñan a vigilar los movimientos de los lugares y las causas de las caídas, pero hay infinidad de oportunidades de desplomes y no las puedo prever todas. Así que tengo asumido que las caídas se van a repetir.

Otro aspecto que trae la enfermedad, es que casi soy inútil en casa, porque, a duras penas puedo realizar faenas domésticas, incluso hacer la cama es peligroso para mí. El sábado me caí dos veces realizando esa tarea.

Me cuesta bajar la escalera interior de mi casa. Y tuve que rendirme a la insistencia de mi esposa, para colocar una silla mecánica para salvar esa escala. Me resistía porque es muy cara y no creo conseguir subvención oficial alguna, por mis ingresos. No obstante, está encargada y me la instalarán en unas semanas.

He vuelto a subir un escalón en el desarrollo de la enfermedad.

Pero sigo ahí. No me dejo deprimir por mis dolencias.

En estos momentos, me ayuda mucho la emoción y satisfacción personal por todo lo relacionado con el libro, aunque lleva mucho trabajo de gestiones y revisiones, pero es compensado por las ayudas que voy encontrando de amigos y los responsables políticos locales, que han accedido a subvencionar al 100% toda la producción del libro o el Ayuntamiento de Ciutadella, que me dejará presentar el libro en el Salón Gótico, utilizado para los plenos del consistorio, igualmente pasa con la presentación en Maó, al día siguiente de hacerlo en mi población y estoy abierto a viajar a las otras islas para hacer ese trabajo de promoción, incluso a la península, si se da la oportunidad.

He recibido muchos elogios de este proyecto, encauzado como un tema de bienestar social, al donar todos los beneficios del libro a una asociación a favor de la          ELA.

Por otro lado, la imprenta de la Fundación referida pone mucho interés en editar el libro del que ya tengo una muestra -queda muy bien- y muchos amigos contribuyen a que sea una realidad.

Estoy muy ilusionado con el proceso. Mi amiga Ryma, que ha prologado el libro, se desplaza aposta desde Barcelona para acompañarme en la promoción del libro en Ciutadella y mi amigo Joan Triay, que con tanto interés está revisando la traducción al catalán, me acompañará en la de Maó. Mi participación será a través de un powerpoint proyectado en el momento de la presentación que será leída por la persona que me acompañe.

Tengo confirmada la asistencia de los alcaldes, un representante de la asociación de ELA y de la Fundación para personas con discapacidad de Menorca. También de la consejera de Bienestar Social del Consell Insular de Menorca.

También he hallado interés y facilidades en alguna librería de mi población. Intentaré recabar la colaboración de la mayoría de Menorca.

Termino aquí esta publicación de hoy, por falta de tiempo a causa de lo referido anteriormente.

En la publicación del mes de abril, indicaré cómo conseguir el libro.

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La creatividad comporta la traducción de nuestros dones, talentos y visión propios transportándolos a una realidad externa que es novedosa y útil.

Los esfuerzos artísticos curan al artista, cuya obra pasa a curar a los demás.

El carácter no puede desarrollarse a base de deleite y quietud. Solo mediante la experiencia de las pruebas y sufrimientos es capaz el alma de fortalecerse, se inspira la ambición y se consigue triunfar.

(mencionado en el libro Dimensiones creativas del sufrimiento. De A.M. Ghadirian)

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Ese buscador también debiera considerar la murmuración como grave error (…), por cuanto que la murmuración apaga la luz del corazón y extingue la vida del alma.

(Escritos Bahá’is)