SAN PEDRO DE ALCÁNTARA
La experiencia de estar un mes en el pueblo de nuestra hija y su familia, ha sido un éxito. Estábamos en un piso de alquiler, esta vez. En casa de mi hija y en mi estado, no es asumible. Su ritmo de vida lo hace incompatible con el mío y mis necesidades. Ese piso tiene la ventaja de estar en el centro y a diez minutos caminando, de casa de mi hija. Estábamos bien en ese apartamento, excepto que, al no tener ascensor y a pesar de estar en un primero, me privaba de tener autonomía propia como en casa. Mi mujer tenía que ayudarme a bajar la escalera y con el andador, que debía acarrear ella, porque lo necesitaba en la casa. Mañana ya regresamos a Menorca y a nuestra casa. Mi esposa estaba ocupada con los nietos, ayudando a mi hija convaleciente de una operación y conmigo, que soy como un niño más a cuidar. En un mes he empeorado mucho de mi marcha; no puedo mover un pie sin el andador, porque hay peligro de caerme. Mis caídas se han incrementado, al igual que mi capacidad de recuperac