(in)JUSTICIA

 

IRAN en el candelero. 

Nuestra celebrada poetisa bahá’í, Mahvash Sabet, ha sido condenada de nuevo a diez años de prisión solo por ser bahá’í. Seguramente será una venganza del gobierno por el éxito de su libro Poemas Enjaulados, escrito durante su cautiverio entre 2008 y 2018 y que ha tenido enormes reconocimientos. Aunque el juez, en el momento de dictar sentencia para Mahvash y Fariba, (compañera del cautiverio anterior), dijo que no habían aprendido la lección, significando que volvían a la cárcel por ese motivo y mofándose de la justicia. Han aprovechado su permanencia en Irán en esos cuatro últimos años, debido al amor por su país (y porque son muy valientes), fueron detenidas el 31 de julio pasado.

Es insólito que en pleno siglo XXI, exista un gobierno de ese calibre que se corresponde con la edad media.

O no valoramos suficientemente nuestra libertad en occidente.

En cualquier caso, aprovechan la confusión del momento, para perseguir, encarcelar u oprimir a nuestros correligionarios. Hay muchos amigos desaparecidos y sin que muestren un mínimo de humanidad por sus familias, al no revelar su paradero. Es inconcebible la crueldad a la que pueden llegar para mantenerse en el poder. 

Mahvash y Fariba, son esposas, madres y abuelas e iluminarán la celda que les toque y sus compañeros de presidio tendrán la suerte de conocer personas auténticas, que seguro influirán en sus vidas.

El gobierno de Irán también ha ejecutado a los primeros involucrados en las revueltas y hay muchos condenados a muerte, también miles de detenidos, aparte de los muertos directamente en las manifestaciones, incluidos demasiados niños. Existe un hilo en Twitter, donde se publican las fotos de los menores asesinados en las protestas, denunciando la responsabilidad del gobierno de Irán, de esas muertes.

El primer ejecutado, ha sido acusado de hacer la guerra contra Dios y el islam. Como si los clérigos que gobiernan, tuvieran en nómina a Dios. 

Ese gobierno tiene el triste récord de país con más condenados a muerte y ejecutados, para deshacerse de los opositores del régimen. 450 antes de las protestas desencadenadas por la muerte de la joven Mahsa Amini, a manos de la policía. Se habla de más de 400 muertos en las manifestaciones, es decir, este gobierno tiene las manos manchadas de sangre de haber dado muerte en este año a casi 1000 ciudadanos, cuando, en realidad, la primera obligación de un gobierno es defender a su pueblo.

He leído una entrevista a un periodista iraní, donde dice que las revueltas en su país no tienen vuelta atrás. Este hombre está exiliado en Francia y tiene el triste reconocimiento de ser el reportero que más veces ha entrado y salido de la cárcel de su país, hasta un total de dieciséis años y a su esposa en una penitenciaría de Irán, por escribir críticas al sistema gubernamental.

Los bahá’ís fueron de los primeros ejecutados por la revolución integrista de Jomeini, de 1979. En octubre de 1983, fue ahorcada junto a otras ocho mujeres bahá’ís, Mona Mahmoudnejad de 16 años. Acusada de pervertir el islam. En realidad, daba clases a niños de nuestra religión.

#justiciairanís 

#gobiernojustoiran

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Parece mentira, pero al año le quedan pocos días de vida, está agonizando para dejar paso al nuevo.

En cuanto a mi día a día, las caídas continúan, alguna bastante fuerte, pero me curo enseguida. Como la descrita a continuación. Me dolió media hora. Luego ya no me impedía realizar vida normal.

El otro día, en el rellano del piso en el que vive mi madre, después de subir las escaleras de ese piso, me caí de espaldas y di un porrazo muy fuerte contra la pared, tanto, que pensaba que me había producido una brecha en la cabeza o peor, por el sonoro ruido de mi testa contra el tabique. No me afectó anímicamente, otra vez, porque estuve a un palmo de caer por las escaleras y esa no tienen tramos, como en casa, es totalmente rectilínea. Son diecinueve escalones hacia abajo.

Mi madre pasa la jornada en un centro de día del geriátrico y soy el encargado de preparar su pastillero semanal, por eso acudo periódicamente a casa de mi madre, que vive enfrente de la mía. Y como comentaba, tuve la caída en el descanso antes de entrar en la vivienda. Me mareé bastante y me produjo un enorme chichón, pero hice mi tarea sin llamar a mi mujer que estaba en casa a 200 metros. Después me riñó. No lo dije a mis cuatro hermanos, porque me pedirían abandonar esa ocupación. Ahora lo sabrán, porque leen mi blog. Pero tienen que tener en cuenta, que quiero seguir siendo útil mientras pueda. 

Soñé que podía hablar, comer y moverme a plena libertad y su evocación me llevó a imaginar un deseo de lo que pediría a los Reyes Magos (puestos a suponer) si me dijeran que sólo una de mis afecciones me podrían curar… 

Decidiría recuperar mi movilidad normal, porque es la dolencia que más me restringe de llevar una vida corriente.

De todas formas, he averiguado la causa de mis caídas: es mi pie izquierdo que no obedece en los giros y se queda rezagado o pegado al suelo y motiva mis caídas. Se agrava cuando estoy cansado o voy para atrás. Si voy en sentido recto no tengo ningún problema, es decir, mi marcha no se ve alterada por mi pie y pierna izquierda. Debo aprender a concentrarme más en mis movimientos, obtener mi enderezamiento agarrado a un asidero y marchar hacia adelante. 

La teoría está clara, ahora falta la práctica. Me lo tomo como realizar un entrenamiento.

A pesar de que mi movilidad está peor, ahora se que tengo que hacer y me llena de optimismo.

 RELATO

MECANOGRAFIA. – A principios de los años 70 del siglo pasado, comencé a trabajar en la gestoría de la que he mencionado en otras publicaciones. Mi jefe me mandó a una academia para aprender a escribir a máquina. En ese tiempo no existían ordenadores.

Las personas jóvenes que lean esto, no sabrán de que hablo. Si queréis conocer ese elemento tan utilizado en todas las oficinas, en esa época, podéis buscar en vuestro portátil o móvil y encontraréis más detalles de este tipo de máquina, tan manejada para cualquier tarea administrativa, entonces.

Asimilé bien y era muy rápido escribiendo (ahora no), porque aprendí a escribir utilizando los diez dedos de las manos y no necesitaba mirar el teclado. Ése es el secreto de la rapidez.

Por cierto, una compañera de trabajo y amiga, me superaba. Utilizaba una máquina con caracteres muy bonitos. Una funcionaria de Hacienda a la que presentaba solicitudes diversas y eran escritas por mi amiga, me decía que debía darle la enhorabuena por su trabajo. Porque eran muy elegantes las solicitudes e impresos que confeccionaba ella y parecía que no había tocado el papel. 

Era un niño de trece o catorce años y realizaba todos los recados en el exterior, mayormente en oficinas gubernamentales, incluida la policía “secreta”. Era lo que es hoy la policía nacional.

Me llevaba muy bien con los oficiales de policía, a los que presentaba diversas solicitudes, como expedir pasaporte para la clientela. Era tan frecuente mi relación con esa oficina, que llegué a utilizar su máquina de escribir, para agilizar la tramitación de algunos documentos solicitados por la gestoría.

Era un joven católico activo y acudía a las misas especiales, como la misa del gallo que se celebraba muy tarde, casi a medianoche. Y nos daban un cirio para tener en casa. Me fui a pasear después de la misa con mis amigos y la vela me molestaba, porque era larga, calculo que debía medir 50 centímetros. Y me la introduje en la manga del jersey a lo largo del brazo, de forma que llevaba la extremidad sin doblar, pero no me molestaba. 

Cuento esto con detalle, para entender lo que pasó después.

Las calles estaban muy vacías, por la hora. Nosotros seguíamos con nuestro paseo, de repente, se paró un coche delante de mí y conocí al conductor, era uno de los oficiales de policía. 

- Hola don Enrique, lo dije sonriendo.

Pero don Enrique no sonreía, me preguntó de donde veníamos y le dije que de la misa del gallo. No se sintió satisfecho porque me dijo que llevaba horas dando vueltas por el pueblo y no nos había visto.

Y estaba muy serio.

Entendí que no se creía que veníamos de misa y, de repente, se me ocurrió sacar a relucir el cirio que llevaba en la manga.

Entonces sonrío y nos dejó libres. No recuerdo qué año era, pero era antes de 1975, año de la muerte de Franco. Y la policía gubernamental era muy dura, infundía miedo a la gente.

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Esta es mi última publicación de 2022. Se acercan las fiestas navideñas y estaremos muy ocupados en casa, porque los hijos y nietos que viven fuera, vendrán y estarán en el hogar familiar.

En enero día 3, volveré a publicar.

Os deseo feliz Navidad y año nuevo. Estaremos de nuevo juntos en el 2023.

Inauguraré una nueva etapa de este blog, que llevará aneja una sorpresa agradable. 

“Aferraos a la justicia y equidad (…)”

“Quienquiera se aferre a la justicia, no puede en ninguna circunstancia, transgredir los límites de la moderación (…)

(Escritos Bahá’ís)