16-11-2021
“¡Oh Dios, mi Dios! Te ruego (…) que me purifiques con las aguas de Tu generosidad de toda aflicción y dolencia, y de toda debilidad y flaqueza…”
Este párrafo, forma parte de una oración de
curación que hago cada mañana. A las que hay que añadir las plegarias que
realizan las personas que me quieren, para mi restablecimiento.
¡Pues, el viernes, fueron respondidos todos
esos rezos!
Fui al Hospital de Bellvitge, para unas
pruebas y comprobar si mi desequilibrio, es debido a otra causa, aparte de mi
enfermedad.
“Pero los caminos de Dios, son inescrutables”.
(Esperaba una solución a
mis problemas de equilibrio y he venido con un dictamen mejor).
Ambas pruebas (potenciales evocados y
electromiograma), informaron de que estoy dentro de la normalidad. Por lo
tanto, lo de tambalearme, es debido a la enfermedad; esa fue la primera prueba.
Con la segunda, se confirmó por 5ª o 6ª vez, que no afecta a las extremidades.
Pedí un informe, y han variado mi diagnóstico:
¡NO TENGO E.L.A.! tengo E.L.P. (ELA es esclerosis lateral amiotrófica. ELP, es
esclerosis lateral PRIMARIA). Ambas son enfermedades de las neuronas motoras,
pero la primera mata en unos años (aunque cada enfermo es un caso particular) y
la segunda priva de calidad de vida, pero no de su duración.
Se me había olvidado que, en mi época de
investigación de la enfermedad, hallé información sobre la E.L. primaria, y me
interesé hace tiempo, pero los médicos lo descartaron. Ahora tras 5 años y
viendo las últimas pruebas, pienso que han percibido que tengo ese tipo de
enfermedad. Y yo entiendo porqué mis extremidades no se deterioran.
Mis deseos más íntimos y atesorados, se van a
cumplir, gracias a Dios. Efectivamente, en mis oraciones no concretaba mi
petición, ni nadie sabe mis anhelos esenciales (incluida mi familia: ahora lo
hago público).
Son dos aspiraciones: fallecer sin sufrir la
cárcel del cuerpo (cuando ya nada puedes mover y sólo el pensamiento y la
vista, están intactas), porque la muerte no me asusta, si es el final de un
proceso natural (en cambio, tengo miedo acérrimo a estar encerrado en vida, por
mis cuitas con la claustrofobia).
La segunda es vivir lo suficiente para ver crecer
a mis nietos y progresar a mis hijos.
Sólo con que viva 15 años más…
Viviré el momento, si Dios quiere, en que mi
nieta Elia, sea universitaria y muestre todo su potencial. Que Nil sea un
adolescente. Que mi nieta Katrina esté casada y, a lo mejor con hijos, y
trabajando en lo que le gusta. Y mi nieto mayor también casado y con sus sueños
realizados.
Mis hijos tendrían 55 años, el mayor; mi hija,
más de 50. Y 40 años mi hijo pequeño, casado con María, su novia (que es un
encanto: sencilla, seria, educada y guapa), y me darían otros nietos.
Estos son mis dos deseos más esenciales e
íntimos y estoy convencido de que me han sido concedidos.
La mala noticia es que, algún día, andaré en
silla de ruedas y me alimentaré con una válvula gástrica; no obstante, eso
ya lo sabía.
Pero todavía no.
Este fin de semana, por casualidad, me he
reunido con los dos grupos de amigos que solemos frecuentar. El sábado en un
huerto y saboreando el marisco, preparado por amigo Sebastiá y, el domingo, en
una estupenda casa frente al mar, pedazo de cielo que pertenece a mis generosos
amigos Toni y Fina. Y comimos una suculenta paella, preparada por mi amigo
Damiá.
Disfruto ahora de la comida, como si fuera la
última.
Mientras pueda, seguiré gozando de mi
autonomía, (el de la foto, soy yo. Hace 3 años. Y ésa es mi bicicleta).
Cuando no pueda, seguiré disfrutando de la
vida, con las cosas más ínfimas. Si no se me atrofian las manos, terminaré mi
novela, que la tengo abandonada hace años, porque prefiero ir en bici.
Y dispondré de suficiente tiempo, para preparar
mi viaje definitivo, incluido perfeccionar mi carácter y guiar mi espíritu por
las sendas espirituales.
Esteim molt contents d, aquestes paraules, esperem es futur sigui aixi o millor. No es facil ser valent amb aquestes malalties. Salut i força Climent
ResponderEliminarMoltes gràcies Liberto
EliminarSon bones noticies Climent. Tens molta força, algu t'ajuda a viure amb aquests fortaleça. Endevant.., hi ha un refrany que diu "qui dia passa any empeny" i tu empenys. Una abraçada
EliminarQuerido Climent,entre lo que has compartido y la película que acabo de ver"la voz dormida" de Benito Zambrano me he quedado sin palabras. Sólo quiero que sepas que te recuerdo,que te acompaño ; aunque duela, si! es un guiño del alma.
ResponderEliminarolee !!!! açò són regals de Nadal !
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