17-08-2021
A pesar de todo, (empeorando del habla, de la deglución, del equilibrio, para poder dormir y que el sistema emotivo sigue alterado), estoy bien: suficientemente animado, no me deprimo porque no pienso en el futuro. Aunque ya soy oficialmente invalido, con un 45%. Además, me han concedido tarjeta para aparcar en las plazas reservadas para las personas discapacitadas. Es una facilidad que agradezco. He llegado a aceptar mi situación y ya no veo a la enfermedad como a una enemiga a quien vencer, al contrario, la veo como una aliada, en mi camino de maduración como persona; no es que haya hecho mío ese dicho “si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él”, no. Tampoco que me haya hecho muy valiente o convertido en muy fuerte (emocionalmente, no lo soy), es que he comprobado que el miedo, en realidad, no existe. Es una invención de la mente. He llegado a entender que, si aparte de lo que tengo, le añado angustia, miedo, padecimiento…en realidad, estoy incrementando dificultades y no me