08.06.2021
He
escuchado críticas al sistema optimista que he defendido en este blog, y que se
viene llamando mindfulness; esas voces le atribuyen el defecto de que sólo te
atiende a TI MISMO; parecido a lo que ahora se llama yoísmo. En este orden de
cosas, se podría criticar ciertas prácticas espirituales, donde prima el
bienestar y la felicidad personal (aunque tardes toda la vida) antes de
colaborar socialmente por su mejoramiento. Sencillamente, creo que nadie
entiende que ir al psicólogo o al psiquiatra es ser “yoista” o egocéntrico. ☹
Según
Alazne González, el mindfulness (o conciencia plena), es una capacidad
universal básica de los seres humanos que se fundamenta en la posibilidad que
tenemos, de poder ser conscientes de los contenidos de nuestra mente, instante
a instante. Incluso, sin darnos cuenta, todas las personas practicamos este
sistema, dado que éste significa estar en contacto con la realidad del momento
presente.
Personalmente,
concibo al mindfulness, como un acompañamiento, en el camino de la vida, que
confiere consuelo y herramientas psicológicas, pero eso no quiere decir que
SOLO pienses en ti, al contrario, puedes convertirte en un instrumento para los
demás, si tienes el ánimo elevado. En otras palabras: no se trata de
convertirte en un erudito de este sistema positivista, antes de interactuar con
los que te rodean. Se puede hacer TODO A LA VEZ, sin dicotomía. Cada uno, en
función de su criterio, se puede servir de aquello que ofrece este sistema,
según su conveniencia o necesidad. A mí me sirve, entre otras cosas, para no
caerme por las escaleras o en la ducha, al concentrarme en lo que hago
(conciencia plena).
En
cualquier caso, un enfoque afirmativo de la vida, tiene muchos beneficios,
máxime si soñamos e imaginamos. Porque nuestra mente no distingue entre realidad
y ficción y, por ello, una visión optimista de las cosas, puede reportarnos
muchos logros.
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